lunes, 19 de noviembre de 2007

Un poco de historia




Entro en la Plaza Mayor y recorro los soportales que están llenos de tiendas, algunas especializadas en gorras, boinas y sombreros. También abundan los restaurantes y los bares que sacan las terrazas a la plaza donde puedes contemplar el panorama variopinto de turistas mientras te tomas una cervecita.

Pero no siempre ha sido así la Plaza Mayor, que antes, en tiempos de Felipe II se llamaba del Arrabal por encontrarse fuera de la muralla. Los que venían a vender sus productos, se instalaban en esta plaza para evitar pagar aranceles e impuestos ya que no llegaban a entrar en la ciudad.

En 1591, Felipe II encargó a Juan de Herrera el proyecto de una plaza grande, aunque fue Gómez de Mora el que llevó a cabo el proyecto entre 1617 y 1619, incluyendo la Casa de la Panadería destinada a depósito de cereal, así como a la administración del trigo y la harina para la ciudad, mientras que la Casa de la Carnicería se creaba para lo mismo pero en relación con la carne.

Era en la Casa de la Panadería donde los Reyes tenían un palco para los festejos, porque por aquel entonces en la plaza se celebraban canonizaciones, corridas de toros, autos de fe, ejecuciones, mercado, etc. O sea, que había espectáculo para todos los gustos.

En el segundo de los incendios sucedidos en la plaza se quemó la original Casa de la Panadería, siendo construída de nuevo en 1672 por el arquitecto Tomás Román y pintada la fachada por Claudio Coello y Jiménez Donoso. Un nuevo incendio destruyó la plaza aunque se salvó la Casa de la Panadería. El nuevo proyecto se debe a Juan de Villanueva en 1854.

Ah! el que está a caballo es Felipe III.




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